El Estado ético de la filosofía
de la luz es un Estado ideal levantado y organizado con valores, moral y
actitudes positivas. Sin embargo, mientras existan personas que se organicen
para defraudarlo por medio de acciones corruptas, se le denomina a esta
organización “Estado paralelo” porque son círculos oscuros de poder que están a
la par del Estado legítimo avalado por la Constitución de la República. Este
Estado corrompido y fallido convive incrustado como un parásito succionando
todo lo que puede, un gran depredador. La historia señala que fue creado por
las mafias y los grupos del crimen organizado que se han mantenido en la
sombra, trabajando para acumular dinero y poder desde la época de las dictaduras.
Quienes se suman al Estado paralelo son los grupos criminales que aceptan los
procesos democráticos y permiten armonía y gobernabilidad mientras tanto no los
toquen, los condenen o los denuncien, desean dinero y poder, una buena vida,
mantienen una organización muy inteligente que busca entrar en los puestos
clave para lograr sus objetivos.
El Estado guatemalteco ha sido
descapitalizado por el Estado paralelo, no se sabe quién roba más según
analistas, si los gobernantes corruptos o la iniciativa privada al evadir impuestos o violar las leyes, los dos son
grandes depredadores que desfalcan al Estado y lo dejan con las manos atadas
sin poder trabajar y convertirse en un Estado ético y funcional.
El Estado guatemalteco debe ser
reorganizado desde todos los ángulos, en otras palabras fortalecer sus
instituciones y cambiar el sistema de elección de los miembros de la
administración pública. Así como su relación con el CACIF que representa a los
ciudadanos guatemaltecos de alto nivel económico por sus recursos empresariales
y han sido cómplices con el Estado paralelo para evadir impuestos. Se deben
cobrar los impuestos a cabalidad sin apoyar la evasión y a la vez fortalecer a
la SAT, para que los recursos lleguen al ejecutivo, quién tiene que
administrarlos con inteligencia y por supuesto con ética, moral equidad,
transparencia y honradez. No es posible un Estado injusto que exige el pago de
los impuestos a la clase media y baja, y permite que la clase alta los evada. Algo que mantiene a Guatemala
sumida en la pobreza y la mitad de los niños sufren desnutrición, el flujo
migratorio no se detiene por falta de oportunidades y de salarios dignos, la
violencia se da en todos los estratos sociales y el crimen organizado trabaja
impunemente.
El Estado paralelo puede
suprimirse, es necesario romper el círculo vicioso de la corrupción, que se ha
convertido en un estilo de gobierno, el cual debe cambiar, esta manera de
gobernar con dos Estados viene desde la época del 15 de septiembre de 1821.
Cuando los españoles salieron de Guatemala y se declaró la independencia del
país, los empresarios y el Ejército tomaron su lugar, se dio cabida al nuevo
Estado, a una República, pero esta República ha tenido alti bajos, cambios de
dictaduras a democracias, que han dejado secuelas como el Estado paralelo.
Una alternativa funcional y
aconsejable sería crear un cargo gubernamental específico para que aplique los
cambios hacia una República ética, cargo que sea electo por un Consejo de
gobierno compuesto por la sociedad civil: el Consejo Ecuménico, representantes
de las universidades, también ciertas organizaciones clave como el Ministerio
Público, un Organismo Internacional o CICIG, Comunidad Internacional
(embajadas).
El cargo sería el puesto de secretario a cargo del trabajo de la Secretaría
privada de la presidencia y vicepresidencia.
El Consejo de Gobierno estaría a encargado de velar por la ética, moral y
transparencia gubernamental, se reuniría periódicamente con el
Consejo para ver cómo va caminando el trabajo de gobierno y así no existirían
acciones a favor del Estado paralelo. También el Consejo puede delegar un representante que se cambie por períodos cortos para que asista a las reuniones de gabinete y trabaje conjuntamente con el secretario privado. Es necesario que la sociedad guatemalteca
esté enterada de qué es lo que sucede en el ejecutivo y cómo va avanzando la
recaudación y hacia dónde y cómo se dirigen los recursos recaudados.
Lo anterior sería una opción o
una vía para eliminar totalmente al Estado paralelo, el Consejo de gobierno
encontraría soluciones a problemáticas que nos aquejan y también contribuiría
con ideas para trabar conjuntamente, así se abriría la puerta al Estado ético,
el cual se iría formando conforme se ejecuten los programas de gobierno. Sacar
a luz pública el trabajo del ejecutivo es la manera de no continuar con el
poder oscuro organizado que ha sido parte del Estado paralelo. La presión y supervisión del Consejo de gobierno eliminaría a los grupos criminales que pueden comprar voluntades o poner tentaciones a los gobernantes.