Los filósofos griegos Platón, Sócrates y Aristóteles,
así como el filósofo Confucio, siempre sustentaron sus ideas sobre los
principios éticos y morales en la política, justicia y administración pública. La
filosofía de la luz , cree en la evolución del Estado, un Estado que tenga como fin el respeto y la defensa de la dignidad humana, por ello, promueve una República idealista que haga realidad los
evangelios de Jesucristo base fundamental de la Declaración de los Derechos
Humanos. A continuación presento la República
Cristiana, una República diseñada con un afán filosófico y espiritual para que
el ser humano trascienda positivamente como civilización.
La República Cristiana como forma
de gobierno
La siguiente definición de la República Cristiana fue tomada del primer
libro que escribí: Dios y las Naciones publicado en Guatemala (julio2004).[1]
Como no existe un modelo de democracia y participación determinado de
validez única, y la participación puede adoptar diferentes formas concretas
según el círculo cultural del que se trate, expongo la propuesta de la
formación de la República Cristiana. Siendo ésta una reconversión de una
reestructuración y un cambio de ideas, valores y conductas.
La República Cristiana (RC) aspira a concretar una constitución
democrática, sabiendo que los procesos de cambio de sistemas, como lo es un nuevo
ordenamiento político, jurídico y económico, demanda un tiempo prudencial para
el proceso. La República Cristiana no es
una ideología de izquierda, derecha o centro.
Es una filosofía política que va siguiendo las huellas de Jesucristo,
huellas que van caminando hacia una mejor forma de vida para todos los
ciudadanos, especialmente los pobres de materia y espíritu. La República
Cristiana se basa en una forma de gobernar regida por la tolerancia, la
libertad religiosa y el pluralismo político.
La República Cristiana cree que los poderes de una nación deben estar
vinculados con la ética y la teología, debido a que los postulados éticos
centrales, la igualdad del hombre y la tolerancia recíproca son los mismos
principios fundamentales del Estado de Derecho.
Lo primero que demanda el sistema democrático de la RC es la participación
y no abstención de sus ciudadanos. Su efectividad, como sistema político será
generador de consecuencias positivas para los ciudadanos, porque no podemos
hablar de democracia, si ésta no genera estabilidad. Las personas tienen necesidades que
solventar, como el comer y dar de comer, no podemos hablar de democracia si
como Estado no podemos satisfacer las necesidades de nuestros ciudadanos con
bienes y servicios.
Al mismo tiempo, el fundamento de la democracia se consolida a partir de
sus valores. En la actualidad,
observamos que los valores de nuestro mundo están en crisis. Se ha
distorsionado el bien y el mal, lo justo y lo injusto, existe una crisis de
orientación de parte del Estado y de la familia. La moral y la ética contrarrestan con una
concepción errónea de la libertad. El egoísmo hace perder el sentido y la
misión comunitaria de solidaridad y las comunidades no pueden sobrevivir sin el
apoyo y la dedicación a sus proyectos comunes, por todo esto, la democracia
tiende a disolverse en una utopía.
-
La RC cree que el gobierno “es” en función de la
dignidad humana y que debe conceder libertad a sus ciudadanos para proporcionar
las garantías correspondientes y lograr así desarrollar su vida de la mejor
forma posible.
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La RC propondrá políticas públicas que ayuden a la
excelencia de su funcionamiento y mantendrá comunicación directa con los grupos
dirigentes de la sociedad civil, para que estos expresen las necesidades de sus
dirigidos y así incorporarlos en la dirección de la República, para orientarla
y ésta suministre el gobierno que se necesita.
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La RC ve al Estado, como el eje de un motor que
hace activar a todos los sectores que componen una nación en bien de todos los
ciudadanos sin distinción de clase, religión o sexo.
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La República Cristiana no viene a declarar a las
naciones nuevas verdades, sino viene a concretar las ya dichas para encontrar
solución a los problemas que las preocupan y
sanar los males que las aquejan.
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La República
Cristiana busca hacer realidad las enseñanzas de Jesucristo, que es hacer de
sus evangelios una realidad por medio de los mandamientos del amor, la humildad
y la renuncia, para llevar la justicia, la verdad y la paz a las naciones.
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La República Cristiana pretende ser una forma
eficiente de gobernar para enfrentar los desafíos que presenta este milenio, los cuales son erradicar la
corrupción, la pobreza y la violencia.
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La República Cristiana, es democrática basada en
una alianza Estado-Iglesia (religiones y congregaciones cristianas) y su misión
es al servicio del hombre. No solamente por estar plasmado constitucionalmente,
sino como misión apostólica.
-
La República Cristiana no trabajará de forma
exclusiva para los cristianos, sino con una cristología pluralista. Estará al
servicio de todos los ciudadanos y de
las iglesias cristianas o no cristianas. Respetando a los miembros de
todas las religiones, en busca del diálogo interreligioso para alcanzar la armonía
universal.
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En la República Cristiana, todos los miembros de la
religión cristiana y demás religiones del mundo podrán portar sus vestimentas y
símbolos religiosos en donde les parezca prudente, igualmente celebrar
libremente sus tradiciones religiosas, siempre y cuando no ofendan a otras
religiones.
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La República Cristiana es un modelo de República
Religiosa que puede encajar en otra religión, porque está diseñada en un modelo
de democracia participativa y con valores éticos y morales universales.
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La República Cristiana, es el modelo de República
Ética propuesta por la Filosofía de la Luz.
a. La
potencialidad de nuestros Pobres
El cristiano de este milenio no debe buscar soluciones de una forma
antagónica ni conflictiva, y para alcanzar lo que se propone, es necesario que
actúe con audacia y serenidad. La pobreza sabemos no es casualidad, sino causal
y el producto de situaciones y estructuras económicas, sociales y políticas,
aunque haya también otras causas de la miseria.
La opción por el pobre no debe ser
solamente una reflexión teológica o espiritual. Constituye un rompimiento de
ataduras que nos vienen estancando por siglos como sociedad, y a la vez termina
con la inconciencia social para trabajar y extirpar la pobreza, porque ofende a
Dios y a nuestros hermanos que la sufren.
La pobreza y pobreza extrema es el obstáculo que impide el desarrollo de
nuestros pueblos en América Latina y otros lugares del mundo, es vista como la
vergüenza que queremos esconder y como la aflicción de los gobernantes que
sinceramente quieren un cambio de vida para ellos.
La República Cristiana ve a los pobres con una potencialidad increíble,
como partes de un engranaje primordial, que no se ha echado a andar. Para que
este engranaje se active, lógicamente es necesario proveerlos de trabajo,
cubrir sus necesidades, darles una oportunidad para que corrijan sus
deficiencias y otorgarles el gozo de la esperanza al demostrarles el amor de
sus gobernantes.
En el informe “Los Pobres explican la Pobreza” [2] se
encontró que la pobreza es principalmente no tener que comer ni donde vivir y
depender de la caridad pública para subsistir; sin embargo, como se hace
evidente en varias secciones de este informe, los pobres no esperan una ayuda
paternalista, sino una facilitación de acciones para el auto desarrollo.
La mayoría de políticas económicas globalizadas solamente proclaman la
indiferencia hacia ellos. Si nos regimos por un modelo cristiano, esto no
sucedería, podríamos aceptar la globalización, pero a nuestra conveniencia,
velando por nuestros pobres no en una visión de potencialidad económica
egoísta.
El Estado debe buscar alianzas estratégicas para proveer de trabajo digno a
los desposeídos. Las alianzas tripartitas, Estado/iniciativa privada/ONG,
pueden lograr avances concretos y provocar una economía mixta. Este avance
puede lograrse proveyéndose de talleres que los tecnifiquen y logren producir
productos que sean aceptados por el mercado nacional e internacional. Ver la teoría
sobre la evolución económica presentada al final del libro.
b. Economía
La libertad es un valor que define al ser humano y compete a su economía,
pero sin atentar contra la dignidad humana. Por este motivo es que las
actividades económicas del hombre deben desarrollarse libremente, como un
instrumento de la participación popular en la economía del poder social del
pueblo.
La República Cristiana velará
porque la economía de la nación se canalice viendo el capital como instrumento
humano, y no al ser humano al servicio del capital, deshumanizándose éste y
convirtiéndose en instrumento para el enriquecimiento de unos cuantos
ciudadanos. Con respecto a la libertad de mercado, debe éste garantizar una
equitativa distribución de la riqueza sin permitir la especulación y la
manipulación de los consumidores, para provocar necesidades artificiales que
solamente contribuyen a una adicción superfluamente consumista.
Toda actividad económica de la República Cristiana debe estar subordinada
al bien común; es decir, que garantice la satisfacción de las necesidades de
todos los seres humanos, enfatizando la participación popular.
Para que se cumpla el perfil de la RC, la actuación del Estado se
fortalecerá como instrumento del pueblo velando por el bien común, trabajando y
buscando el entendimiento de sus representantes con todos los sectores
económicos del país, para llegar a un entendimiento y establecer la política
económica que se aplicará interna y exteriormente.
Al activarse la economía de la República se estará aplicando una economía
mixta, porque manifiesta una economía planificada y una economía de libre
mercado. El modelo económico de la RC propiciará la propiedad pública,
cooperativismo y propiedad privada. Esta economía mixta recae, en su mayor
parte, en el sector privado, pero el sector público incentiva y regula esta
actividad y puede intervenir para proteger a los trabajadores planificándola.
c. Recaudación Tributaria
La RC ve que los impuestos indirectos, como los de transmisión o
circulación de bienes, o los que gravan el consumo, más estos últimos, pueden
establecer discriminaciones en perjuicio de los más débiles en el plano
económico, porque pagarán la misma cantidad de impuestos indirectos que los de
mayor poder adquisitivo. De ahí que un sistema impositivo será tanto más justo
cuanto más descanse sobre una base de impuestos directos.
Sin embargo, existe la propensión por parte de los estados de incrementar
los impuestos indirectos por la mayor facilidad y cuantía de su recaudación.
Cada país es libre, como sabemos, de establecer su sistema impositivo y
combinar estos criterios. En la medida en que tales impuestos respondan al
principio constitucional de tributación con arreglo a la capacidad económica de
los sujetos pasivos. Así éstos se acercan a una justicia distributiva, es
decir, responden a la redistribución de rentas que son asignadas por el poder
político para hacer más justa una sociedad, vigilando que el criterio de
solidaridad sea racional y no influya negativamente en el desarrollo y fomento
de la riqueza y bienestar común. O iguale condiciones de satisfacción de forma
no proporcional en función de sus méritos y el esfuerzo que despliegan en la
producción de la misma.
Analizando lo anterior, es conveniente experimentar con nuevas medidas de
impuestos, por ejemplo: para motivar a la iniciativa privada a que participe
en alianzas con el gobierno, expongo lo
siguiente:
Las empresas privadas líderes por cada x cantidad que otorguen en donación
que sobrepase cierto límite estipulado, se le absuelve de un % acordado en el
pago de impuestos indirectos. Esta exención sobre impuestos indirectos
motivaría a la iniciativa privada a colaborar con el Estado formando alianzas
estratégicas en contra de la pobreza.[3]
La República Cristiana ve que es
necesario mejorar la recaudación por medio del fortalecimiento de las
instituciones y los programas dedicados a la captación de impuestos de manera
efectiva, pero a la vez es necesario aumentar la carga tributaria
paulatinamente conforme se vaya saliendo del estancamiento económico.
La RC no permitirá que la clase
pudiente reciba privilegios tributarios por apoyar partidos políticos que
lleguen a gobernar. La iniciativa privada tiene que ser sancionada sin
miramientos cuando no efectúe el pago legal de sus impuestos, porque si la
recaudación tributaria es deficiente y otorga privilegios, no se saldrá del
estancamiento. Pero se tomarán en cuenta
las propuestas de la iniciativa privada para la eliminación de impuestos que
perjudiquen la acumulación y fluctuación del capital interno.
Es prudente, formar un Consejo representativo de todos los sectores para
llegar a un acuerdo de un “cóctel” de impuestos directos e indirectos que todos
deberán pagar de una forma equitativamente humanitaria. Es necesario que
activemos nuestros recursos para lograr inversión y exportaciones y así fluctúe
nuestra capacidad económica y se vaya tributando conforme ésta para que, a la
vez, el Estado lo devuelva en servicios públicos eficientes que lleguen de una
manera integral.
d. El Trabajador y la Empresa
La solidaridad es un principio social y una virtud, la República Cristiana
buscará propiciar la armonía y bienestar de los trabajadores y empresarios
dentro de un ambiente de cooperación
entre la empresa y sus trabajadores. Apoyará a los grupos promotores del
solidarismo que buscan justas aspiraciones de progreso económico y social de
los trabajadores sin que afecte el buen funcionamiento de las empresas, para
que no redunde en estancamiento de la economía de una nación.
La RC cree que es responsabilidad de
la empresa el propiciar un clima que favorezca la producción y el desarrollo,
promoviendo el diálogo para la búsqueda del mejoramiento de intereses mutuos
con el trabajador. También propondrá y facilitará los mecanismos para que las
empresas contribuyan en el otorgamiento de créditos a sus trabajadores,
guarderías y clínicas médicas. Así como anteproyectos de ley para estar de
acuerdo con la OIT.
La República Cristiana buscará los recursos para apoyar en asistencia
social a los empleados informales y a los formales que aún no obtienen este
servicio público. Los derechos laborales de la mujer serán respetados,
especialmente la igualdad de salarios, y la justicia hacia la mujer ante el
acoso sexual, maltrato de palabra o de obra y la debida consideración a su
estado de gestación en los ambientes laborales y otros.
La RC no permitirá que los niños sufran explotación laboral y ninguna otra
forma de explotación de parte de los patronos o familia para esto propondrá
anteproyectos de ley para su total protección y erradicación del trabajo
infantil.
La República Cristiana cree que la calidad total de una empresa no es sólo
un taller de capacitación, sino el resultado del respeto a las condiciones de
dignidad y de las normas laborales, las cuales brindan un ambiente laboral que
las propicia.
La República Cristiana modernizará el Estado para que funja como
facilitador de centros diseñados (microempresas especializadas) en conjunto con
sectores industriales líderes, que cumplirán el papel de capacitadores, y por
otro lado se apoye el desarrollo tecnológico de las empresas para lograr una
verdadera calidad total y participar creativamente para mejorar la producción y
competitividad internacional. Porque la transformación productiva con equidad
constituye un marco adecuado para hacer propuestas serias en países específicos
y así promover una época prolongada de desarrollo para la República y toda
República Ética. Otorgándole siempre un trato humano a los trabajadores, sin
distinción.
e. Derechos Humanos
La República Cristiana ve los Derechos Humanos como parte de la naturaleza
del hombre, que garantiza la vida digna y equitativa del mismo y velará porque
se respeten estos derechos. En la Declaración Universal de los Derechos Humanos
de Naciones Unidas (DUDH)[4] se
expresa lo siguiente: “Todos los seres
humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos, y dotados como están de
razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros”
[Art. 1]
Es necesario comparar el artículo anterior, con lo que manda Dios en la
Biblia, y es que seamos rectos en nuestros juicios, bondadosos y compasivos
unos con otros. No oprimir a las
viudas, huérfanos, extranjeros, ni a los pobres, y nunca pensar en cómo hacernos daño unos a
otros. Podemos apreciar cómo Cristo en el Nuevo Testamento nos invita a
comprometernos para hacer de los evangelios una realidad, y cómo los cristianos
tenemos grandes retos por cumplir para lograr el respeto a los derechos
fundamentales del ser humano. La República Cristiana acepta estos compromisos y
asume su papel de forma consciente.
Con respecto al derecho a la vida, la República Cristiana no apoyará la
pena de muerte, el aborto, la clonación humana, ni la eutanasia. Todos los
cambios a la Constitución pertinentes para consolidar la RC serán propuestos
por consulta popular, acatándose lo que decida el pueblo, por su espíritu
democrático.
f. Administración Pública
La República Cristiana cree fielmente, que las instituciones públicas son
poderes ejercidos en función del interés público, y considera que es necesario
que el servidor público tenga como una misión de amor y vocación el servicio al
ciudadano.
La República Cristiana formará servidores públicos que amen el amor a la
verdad, la honestidad, el trabajo bien hecho, la lealtad y la solidaridad. Estos valores van de la mano de Dios y de las
virtudes morales que vienen de la familia.
Al mismo tiempo, no podemos desligar la función pública de la función
privada y los valores morales, individuales, son en conjunto, los valores
éticos de la sociedad.
Para que existan valores morales en la función pública, es necesaria la
moralización de la sociedad. El dinero
fácil hace muchas veces olvidar la ética pública, convirtiéndose en un círculo
vicioso que arrastra hacia estas conductas, al mal desempleo de las tareas y a
la baja calidad y perfección del trabajo.
Las tentaciones de la vida pública sólo se pueden evitar con una
exigencia moral personal. Esta exigencia
viene de nuestra conciencia y la conciencia viene del respeto a los
mandamientos que Dios nos reveló.
La responsabilidad es personal, las ideas cristianas pueden fecundar la
sociedad y realizar un cambio dentro del servidor público. Es necesario apelar
al sentido de responsabilidad como hijos de Dios para lograr una ejemplaridad y
generosidad en la práctica del trabajo y en el servicio solidario de los
intereses colectivos del hombre, llevándonos a la lealtad institucional e
individual hacia estos valores.
Al convivir en un ambiente basado en los valores cristianos estaremos
trabajando en el marco de unas relaciones laborales de honradez, honestidad,
amor y servicio al prójimo, además del trabajo bien hecho, gastos razonables,
consecución de objetivos, rendición de cuentas y en un entorno laboral de
verdadera humanización del trabajo y de las relaciones laborales.
La administración pública en este milenio debe estar inspirada en los
valores y fundamentos cristianos para que tengan un efecto de humanidad,
transparencia y calidad. En cuanto, a la corrupción la única forma de frenar
esta deficiencia es volviéndose implacable en contra de ella, primero dar el
ejemplo, y segundo, el despido inmediato de quien incurra en estos
errores. Por ello, para contrarrestar la
corrupción es necesario capacitar a los empleados públicos con técnicas
administrativas, integridad moral, sensibilidad social y una visión que lleve a
la solución de los problemas ciudadanos.
La RC propondrá anteproyectos de ley para sancionar a los empleados
públicos de su administración que sean sorprendidos en actos de corrupción,
encarcelándolos y quitándoles sus bienes si no se lograra recuperar el monto de
lo robado al ciudadano.
En la República Cristiana, se creará un cargo gubernamental específico para
que aplique los cambios hacia una República ética, basada en las enseñanzas de
Jesús. El cargo de secretario(a) será el representante de la alianza
Estado-creyentes que existirá en la filosofía de la luz. En la actualidad el
Estado se está desmantelando por falta de recursos, así que la creación de este
cargo es optativo, pero sí, habrá que propiciar un ente, dentro de la administración
pública, que vele por hacer una realidad el perfil de la RC.
g. Políticas Públicas
La República Cristiana trabajará porque las políticas públicas se propongan
para velar por el bien común, y que no sean alteradas, anuladas o se perfilen
por intereses políticos y no por conveniencia del ciudadano. A la vez, que lleguen a operatizarse buscando los recursos y no se
altere su funcionamiento en cada gobierno de turno, motivando e invitando a que
la ciudadanía exija que exista estabilidad, secuencia y funcionamiento de las
políticas públicas a su conveniencia.
La República Cristiana apoyará el
estudio de políticas públicas por sector, para lograr el conocimiento de sus
necesidades, apoyar sus demandas y generar políticas municipales, porque con
proyectos aislados y políticas públicas macro no se sale de los atolladeros.
También es necesario que se conozcan cuáles son los elementos que “no” hacen
posible la efectividad, y desde ese conocimiento, generar la propuesta y hacer
la incidencia. Sin este conocimiento se siguen teniendo instituciones que no
dan respuesta a las necesidades de la población.
La RC tomará en cuenta, para la creación de políticas públicas, a sectores
de la ciudadanía que no se toman en cuenta; grupos que apoyan la ecología y
necesitan ser escuchados, grupos artísticos que necesitan Seguro Social como
cualquier otro trabajador, y otros. En la República Cristiana la institución y
la política pública irán de la mano, creando primero la política pública y
después la institución.
h.
Transparencia
En la República Cristiana, se promoverá el invaluable valor de la
transparencia en el ámbito público y privado como factor democrático de cambio,
unidad y equidad. La gestión pública y
privada tiene que ejercitarse en base a códigos de ética y moralidad.
Toda actividad administrativa, sea en
el ámbito público o privado, tiene que ser desarrollada dentro de parámetros
claros y transparentes. En el sector público la transparencia es un recurso
clave para lograr que la ciudadanía desarrolle una influencia directa sobre la
administración pública. Con ello, compensará las desigualdades de poder en la
formación de las decisiones públicas y en la generación de bienes y servicios
públicos. Mejorando así, la calidad democrática de las decisiones y políticas
públicas, potenciando además los medios de democratización de la administración
pública.
Cuando el Estado es administrado con
transparencia, los recursos obtenidos se invierten con inteligencia, además se
rompe el círculo vicioso de la corrupción, propiciando y generando una nueva
forma de gobernar, la transparencia proporciona gobernabilidad, el ciudadano
confía y aporta con agrado su cuota impositiva.
i.
Servicios de Salud
El compromiso de la República Cristiana, es crear condiciones de salud
preventiva y curativa a gran escala. Es
necesario favorecer el acceso de la población a los servicios de salud,
extendiendo la cobertura del sistema y cambiándolo de acuerdo a la cultura y
comunidad para otorgar mejores servicios y resultados. Por ejemplo: en Guatemala, continuar
involucrando a las comadronas de cada región al sistema del Ministerio de Salud
Pública y Asistencia Social. Con esto se
logra que las mujeres indígenas acudan con mayor confianza a los centros de
salud y a la vez las comadronas (asistentes de parto por procedimiento
empírico, indígenas la mayoría) obtengan una mejor capacitación y apoyo médico
en una emergencia. De esta manera, se logran desarrollar estrategias
específicas de comunicación e información dirigidas a los grupos indígenas en
sus diferentes idiomas, para asegurar un contacto adecuado con todos los
sectores de la población.
La República Cristiana apoyará la articulación de los servicios
tradicionales de salud con los institucionales, públicos y privados,
incorporando al paquete ampliado de los servicios básicos de salud, elementos
de la medicina popular tradicional y alternativa, favoreciendo el
fortalecimiento y creación de botiquines rurales y ventas sociales de
medicamentos en las comunidades.
Otra propuesta son las clínicas rotativas, las cuales visitarán las
comunidades y caseríos olvidados. Así también, se desarrollarán procesos
descentralizados de formación de recursos humanos en salud, con enfoque de
género y de interculturalidad, con ello, mejorará la capacidad resolutiva de
hospitales y centros de salud en las regiones más apartadas. Como el apoyo y la
reorganización de los centros para los discapacitados físicos y mentales, para
que reciban un trato digno e igualitario.
j.
Educación
La República Cristiana ve la educación de la población de las naciones como
un elemento primordial para la formación de una conciencia crítica y de un
espíritu que nos lleve a la solidaridad.
Propone una educación que
contribuya a la paz, la cual se considera urgente en una etapa de posguerra y
necesaria cuando las comunidades se encuentran divididas. Es imperioso que las
instituciones dedicadas a la educación promuevan la tolerancia y reconciliación
comunitarias para alcanzar un nivel ideal de Cultura de Paz responsable para la transformación de
nuestros ciudadanos. A la vez, tomará en cuenta las propuestas y desafíos que
la educación cívica alternativa y participativa plantea para la construcción de
un mundo democrático, justo y pacífico.
Así mismo, a partir de un diagnóstico local y participativo se derivarán
los temas prioritarios que se propondrá
incorporar al sistema educativo, por ejemplo el tema de educación ambiental
llevarlo a la realidad con el apoyo de los estudiantes en el mantenimiento
ecológico de su comunidad, para que la educación no sea una adaptación de actos
cívicos protocolarios en los individuos sino se derive en la formación de
ciudadanos dinámicos y participativos que los lleve a sentirse responsables de
la transformación de su entorno.
Dentro del tema ecológico, edificar las escuelas públicas de manera
ecológica y sustentable, puede significar una inversión inteligente, porque a
la larga influirá en menores gastos para el Estado, porque se ahorrará el pago
de los servicios (luz eléctrica, calefacción, otros).
La RC confía, en que las relaciones mutuas entre el desarrollo económico de
un país y la atención educativa tienen que tomarse con seriedad para salir de
un “país en vías de desarrollo” a un “país desarrollado”. Para activar la
economía de una República se debe implementar al sistema educativo el estudio
de recursos como la enseñanza integrada de ideas, habilidades y técnicas que
fomenten la creación de pequeñas empresas estimulando la creatividad y visión
económica global y regional del alumnado de escuelas públicas en primaria,
secundaria, centros de formación profesional y educación para adultos. Lo niños
necesitan una educación dirigida a crear emprendedores, para que puedan aplicar
lo aprendido en bien de su vida futura. Por lo cual, se mejorará el sistema de
capacitación de los ciudadanos en general fomentando la educación especializada
y tecnificada.
La República Cristiana cree que la educación no es una simple transmisión
de saberes, sino la formación de valores para convivir, coexistir y compartir
las responsabilidades como seres humanos. Dentro del currículo educativo
propiciará los conocimientos de la filosofía universal, siempre y cuando sea
filosofía con valores y ética como la griega y la china.
Los valores ético-religiosos serán impartidos como cátedra, respetando la
religión de cada individuo y manifestándose de una forma ecuménica y del amor
de Dios hacia todos los individuos por igual.
Se propondrán anteproyectos de ley para estandarizar tarifas y sancionar
a los colegios privados, que castiguen con acciones negativas al alumnado en
contra de sus derechos, por atraso de cuotas u otra razón.
k. Las Alianzas
La República Cristiana mantendrá una postura anuente ante las alianzas con
las organizaciones de la sociedad civil y con el sector privado para hacer
conjuntamente conciencia de las necesidades y prioridades de los más
necesitados.
Existen grupos del sector económico que mantienen una proyección social
empírica, dedicándose en lo individual a responder con programas propios,
donaciones en efectivo o en especie a las comunidades que ellos escogen, con
base en solicitudes de los habitantes.
Contribuciones que se deben
fomentar en un binomio Estado/iniciativa privada, pero en una dirección
de desarrollo, entregada con un enfoque asistencialista, con continuidad y
seguimiento de mediano y largo plazo, hacia estos sectores olvidados y
desprotegidos.
Las alianzas Estado/iniciativa privada/ONG se convierten en una
contribución en la lucha para la reducción de la pobreza y rompen con la
burocracia excesiva a manera de que las mismas respondan oportunamente al
objetivo que persiguen, por ejemplo las alianzas que se realizan en aquellos
casos en que tienen como fin el apoyo a procesos productivos de carácter
jurídico. En materia de las alianzas entre sectores, aún no se ha escrito la
última palabra y debe de continuarse experimentando a manera de establecer
principios y condiciones sobre las cuales una alianza entre sectores pueda ser
exitosa.[5]
Las alianzas con importadores para el desarrollo de productos,
transferencia de tecnología y estrategias de comercialización se deben de tomar
en cuenta. En este punto la cooperación internacional es básica como apoyo para
la búsqueda de alianzas y estrategias para la modernización, diagnósticos
adecuados, estudios técnicos, alternativas y contactos. Algunas veces la
cooperación internacional tiende a colaborar solamente con paliativos o
proyectos que a la larga terminan encuadernados, se necesita de un apoyo
persistente en búsqueda de alianzas estratégicas en contra de la pobreza de
parte de la cooperación internacional.
El secreto del éxito para una alianza entre sectores diferentes es el
promoverse alrededor de las pequeñas cosas en común y no esperar la
homogenización de grandes divergencias. Existen otras alianzas, como las de
carácter político, financiero, tecnológico, y otras. La República Cristiana
estará siempre abierta a las alianzas que propongan una solución real e
integral para la satisfacción de las necesidades de todos los ciudadanos.
l. La Familia
Viendo la República Cristiana, que la familia es la responsable de la
socialización y transmisión de valores vinculados al trabajo, la profesión, la
ideología, la elección política y otros, y a la vez también transmisora de los
comportamientos domésticos, las relaciones entre los sexos y las creencias
religiosas. Por lo anterior, cree que es
prioritario confiar en Dios como guía del hogar y promover los valores
ético-religiosos dentro de la familia por medio de programas específicos, para
evitar el abuso sexual entre familiares, las prácticas inmorales sexuales, la
explotación y maltrato infantil, el alcoholismo y drogadicción, el machismo y
la violencia intrafamiliar. Porque lo
anterior provoca el deterioro de las relaciones intrafamiliares, donde los niños
crecen faltos de amor y de valores, afectando su juventud y vida adulta.
Es notorio, que si Dios está en la familia disminuyen las quejas y la paz
conyugal reina en los hogares. También ello, genera una mejor economía, porque
la pareja no gustará de gastar el dinero en alcohol y evitará el generar
alcoholismo en los otros miembros de la familia, dando como resultado una
mejora en el presupuesto familiar y provocando la prosperidad.
Que la familia viva cristianamente
proporciona otra identidad a sus miembros conversos, dándoles un nuevo estilo
de vida que les ayuda a entrar en la sociedad moderna y adaptarse a ella de
forma individual y colectiva. Creando,
por medio del amor fraterno, una red personalizada de ayuda mutua entre
familias. Recuperando así los lazos intercomunitarios que rigieron a las
primeras comunidades formadas por el hombre.
Las familias que sean integradas solamente por madres e hijos, por padres e
hijos o solamente hijos, serán prioritarias para la República Cristiana,
dándoles apoyo en las microempresas (gens, ver teoría económica) para lograr
cubrir sus necesidades materiales y espirituales.
m. La Mujer
La República Cristiana cree que la emancipación de la mujer consiste en la
revalorización de sí misma y en la elección voluntaria de su profesión, oficio
o misión, y que el proceso hacia la autonomía femenina se apoya en la reducción
del machismo y en la imposición equitativa de deberes, obligaciones y derechos entre hombres y mujeres dentro de la sociedad. La representación y participación de la mujer
en la República Cristiana no será simbólica.
Jesucristo vino por los marginados y la mujer, en su época, era marginada
más que ahora. En los evangelios Él le
otorgó un papel protagónico, lo cual será un elemento primordial en la República
Cristiana. Igualmente, Dios Padre siempre ha privilegiado a la mujer con su
amor eligiéndola para lograr cambios trascendentales en la historia de la
humanidad.
Por lo antes expuesto, en la RC serán convocadas las campesinas, obreras,
estudiantes y trabajadoras asalariadas y no asalariadas. En la República
Cristiana no serán limitadas ni obligadas, se les respaldará para que emerjan
con acciones concretas que las lleven a inter solidarizarse para sumar
esfuerzos a favor de otorgar un sentido social al desarrollo y construcción de
un mundo más justo para todos los seres humanos.
A las mujeres que conforman los grupos feministas se les apoyará en sus
solicitudes llegando a acuerdos y respetándose mutuamente sobre sus creencias
de valores y principios. Por ejemplo, en
el tema del aborto, la República Cristiana no puede aprobarlo como se mencionó
antes, porque iría en contra de sí misma.
Aunque, apoyará a las mujeres que por diversas razones no deseen tener a
su hijo, para que permitan nacer a los niños y la RC se encargará de su crianza
y mantenimiento en centros especiales mientras se les consigue una
familia.
Al mismo tiempo se dignificará a la niña y mujer adulta, fomentando la
creación de servicios públicos que las favorezcan para lograr una mejor calidad
de vida y propondrá proyectos de ley que protejan sus derechos. Erradicando el
infanticidio que sufren las niñas y mujeres adultas en algunas culturas, la
violencia intrafamiliar, y de la sociedad en general; de la cual son víctimas,
encontrando muchas veces la muerte.
n. Los Jóvenes y los Niños
La República Cristiana cree en los jóvenes y confía en ellos como grandes
potenciales y agentes importantes para el cambio de las naciones en este
milenio. No los ve como espectadores de grandes acontecimientos que nunca se
avecinan, sino como protagonistas y constructores de una sociedad cargada de
desafíos a enfrentar y solucionar.
La República Cristiana, buscará mecanismos para la formación de los Líderes
de la República Cristiana, a los cuales se les capacitará tanto para gobernar
como para llegar a ser buenos cristianos que den testimonio de vida y logren
los cambios y soluciones para nuestras naciones.
Estos líderes jóvenes a la vez que avanzan en sus estudios harán obra
social, como parte de su educación, para que empiecen a conocer que la fe se
demuestra con obras y estén conscientes de las necesidades de la población más
olvidada de nuestras comunidades. En el caso de los niños, debemos no sólo
seguir las enseñanzas de Jesús que los pone como ejemplo, sino volcar todos
nuestros esfuerzos para que tengan otras oportunidades y su infancia sea
dedicada al juego y al estudio, no olvidemos que Jesucristo inició su humanidad
como un indefenso infante.
o. Los Pueblos Indígenas
La República Cristiana apoyará el respeto a la identidad y derechos de los
pueblos indígenas y a sus diversas expresiones socioculturales de raíz común de
cada nación, cree que los derechos de los pueblos indígenas a respetar son
políticos, económicos, sociales y culturales dentro de la unidad de la nación
que representan. Además considera, que son la grandeza espiritual y cultural de
las naciones y deben desenvolverse libremente en toda su magnitud para tratar
de desarraigar la discriminación y opresión que han sufrido y sufren
actualmente por diferentes centros negativos de poder. Todos los ciudadanos sin
distinción, somos protagonistas del desarrollo de las naciones que habitamos y
parte fundamental para la construcción de la unidad nacional y universal.
La República Cristiana respeta y confía en la cosmovisión de un Dios
supremo que aman los pueblos indígenas y el respeto que tienen a los elementos
que conforman el universo como signos sagrados del amor de Dios hacia los seres
humanos. Filosofía que se ha transmitido desde tiempos milenarios por
conocimientos científicos, tecnológicos y artísticos por medio de una memoria
histórica colectiva de carácter propio. Demostrando, su sabiduría en una
organización comunitaria basada en la solidaridad y el respeto con una
concepción de amor en la unidad y en sus valores éticos y morales.
La República Cristiana velará porque los pueblos indígenas salgan del
estancamiento de pobreza y discriminación que han sufrido por generaciones,
porque Dios nos ama conforme nos hizo: multiétnicos, pluriculturales y
multilingües. Sin distinción, debemos buscar progresivamente satisfacer
nuestras aspiraciones y unificar esfuerzos en aras de ese objetivo común;
trabajar arduamente para evolucionar positivamente.
p. Las Artes
La República Cristiana, cree que el artista es producto de su genialidad
movido por su energía creativa, pero a la vez es también producto de la
sociedad en que vive. Por lo cual, se le
debe procurar un grado de bienestar económico y suficiente tiempo para permitir
que se desarrolle y profesionalice con excelencia. La decisión de ser artista,
debe fomentarse culturalmente, creándose un fondo monetario por una alianza
Estado/iniciativa privada/ONG que brinde
respaldo a los artistas jóvenes que sobresalgan en su especialidad.
La República Cristiana responderá a las políticas culturales que sean
necesarias de apoyo a la creatividad y la comunicación social. Dando seguimiento con esto al fortalecimiento
de la Cultura de Paz y desarrollo humano sostenible.
Al mismo, tiempo proveerá los elementos fundamentales
para conseguir el mejoramiento de los valores, la estética, las artes y otras
expresiones culturales que constituyen dimensiones imprescindibles para el
desarrollo integral de la persona humana como son la sostenibilidad del desarrollo
humano, a las relaciones armoniosas entre las personas y comunidades, a la
convivencia con la naturaleza y a la generación de ideas nuevas y motivaciones
para el crecimiento espiritual, fomentando la creación de festivales artísticos
a nivel nacional, e internacional.
Alentará las inquietudes investigativas en todas las artes, por ejemplo: en
el arte musical apoyará: investigaciones sobre la música autóctona y religiosa,
la revalorización de sus composiciones y la calidad de sus músicos, estimulará
el espíritu en pro de la excelencia de la composición e interpretaciones
musicales en las nuevas generaciones de niños y jóvenes.
Así también, fomentará en las escuelas públicas la lectura y la escritura
en todos sus géneros literarios, para que los niños se habitúen a la lectura.
En sí, toda expresión artística es para fomentarla, porque enriquece a la vez
el espíritu humano, y otorga felicidad a los seres humanos al desarrollarse su
creatividad.
Es necesario dignificar al artista, y se buscará el mecanismo para hacer
una realidad el Seguro Social a los artistas de profesión.
q. La Justicia
La República Cristiana respetará la independencia de los tres poderes del
Estado, sin embargo, buscará trabajar interdependientemente con ellos para
lograr un mejor resultado de atención a los ciudadanos.
La República Cristiana, cree en un Estado de Derecho real con un sistema
normativo que actúe eficazmente en la administración de justicia, que genere
formas asequibles y funcionales para que los ciudadanos canalicen sus demandas
y conflictos a través de instituciones competentes.
La fortaleza de un sistema de justicia, es que haga presencia en todas las
regiones de una nación, otorgando servicio a todas las clases sociales y sea
independiente de modelos de seguridad impuestos por poderes negativos que
apoyan la impunidad para debilitarlo y hacer que pierda su credibilidad. Porque
de ello, deriva que las comunidades tomen la justicia por su propia mano,
debido a la corrupción y deficiencia del sistema.
La República Cristiana no consentirá que la impunidad intimide a los
ciudadanos, ni que el sistema de justicia no sea garante de la legalidad en
vigencia. Otorgará una nueva oportunidad a todos los ciudadanos que estén
purgando condena ordenada por el sistema de justicia. Esta oportunidad será otorgada por medio de
capacitación técnica y un trabajo digno a través de gens (microempresas) que se
incorporarán a las cárceles. También se les apoyará con asistencia psicológica
y espiritual para que el ciudadano empiece de nuevo y se integre positivamente
a la sociedad. Debido a que en la mayoría de los casos, el ciudadano es víctima
de la ineficiencia del Estado y se convierte, por múltiples circunstancias que
sufre, en victimario para otros.
La República Cristiana propone reformar el Código Penal por medio de un
Consejo que estudie los cambios respectivos y estos se acaten en la mayor
brevedad posible.
r. La Seguridad
La RC comprende que es necesario depurar el Ministerio de Gobernación, la
Policía Nacional Civil y los empleados del Sistema Penitenciario basándose en
un perfil a seguir. Es aconsejable
contar con una Organización Civil de Inteligencia dentro del Ministerio de
Gobernación que vigile y respete este perfil,
para poder fortalecer el Sistema de Seguridad y combatir la corrupción
para lograr reestructurarlo. Esto se
hará, porque de nada sirve combatir la delincuencia con empleados delincuentes,
es necesario romper ese círculo vicioso.
Se apoyará la construcción de cárceles de alta seguridad en lugares
apartados del país que tengan los servicios necesarios y se les facilitará lo
indispensable para que se conviertan, a la vez, en centros de rehabilitación y
tecnificación, como se mencionó antes.
s. Las Relaciones Internacionales
La República Cristiana trabajará porque sus relaciones internacionales
tengan una visión y proyección intercontinental, tratando de liderar y
demostrar que cualquier nación puede realizar un papel preponderante en
Naciones Unidas u otros organismos internacionales. Propondrá que la integración sea básica para
la economía regional, erradicación de la pobreza, intercambio cultural,
intercambio tecnológico, etc. Exigirá a sus embajadores en otros países que
realicen un trabajo arduo y efectivo que otorgue resultados tangibles en sus
relaciones bilaterales, específicamente en la comercialización de sus
productos.
La RC promoverá en la OEA y ONU, la aprobación de la Declaración sobre los
Derechos Religiosos. La cual está redactada para evitar las violaciones a los
Derechos Humanos cometidas por motivos religiosos. Así también, promoverá la
filosofía de la luz a nivel internacional.
Como se menciona con anterioridad, es necesario mediar diplomática e
individualmente como nación y como continente integrado, para hacer conciencia
e incidencia sobre los organismos internacionales, logrando que comprendan los
procesos de desarrollo para América Latina y así contar con su respaldo. No sólo en los procesos comerciales sino con
respecto a la deuda externa. Se debe de unificar la política del pago de la deuda
externa de Latinoamérica, para que haga mella y se puedan lograr avances y
resultados satisfactorios a nivel regional.
t. La Cultura de la Paz
La República Cristiana no fabricará ni adquirirá, bajo ningún pretexto,
armas de destrucción masiva. A la vez propondrá Proyectos de Ley que velen por
la seguridad del ciudadano, pero anulen la proliferación de la venta ilegal de
armas y la portación innecesaria de ellas.
La RC promoverá el diálogo intereligioso mundial para propiciar la paz y el
respeto. Se organizarán los Promotores de la Paz de la República Cristiana
(líderes), los cuales trabajarán promoviendo la Cultura de Paz en todas las
regiones de la República e internacionalmente.
u. Los Medios de Comunicación
La República Cristiana entiende que la labor de un reportero hace que la
democracia sea real. Los medios de comunicación son los únicos que pueden
exigir responsabilidad a los gobernantes, canalizando la publicación de las
demandas de la opinión pública. Los
medios de comunicación deben de controlar la información y el enfoque, siendo primero y efectivo en sus noticias,
pero siempre veraz. Porque no se trata
sólo de informar y transmitir sensacionalismo y entretenimiento anteponiendo el
amarillismo, se trata de fungir como la voz que otros no pueden levantar, para lograr cambios trascendentales en la
historia y cambios positivos que fortalezcan nuestras democracias tan
debilitadas.
La RC propiciará acercamientos con los medios de comunicación para que
funjan como conciencia, que logre que los individuos mediten sobre el bien y el
mal, sobre conceptos que inviten a actitudes pacíficas y hacia la simpatía de
líderes positivos. Es necesario que los medios de comunicación sean
responsables de la magnitud de influencia que tienen para lograr el bien y
suprimir el mal de nuestras naciones.
La República Cristiana, a pesar de lo expresado con anterioridad, siempre
respetará a los medios de comunicación y alentará su trabajo veraz y
responsable ante la noble labor que realizan como comunicadores. La RC entiende
que si no existe comunicación, no existe amor y que el misterio esencial de la
fraternidad consiste en ese fuego de abrirse y acogerse unos a otros, y que la
comunicación, es participar de la riqueza de los demás y dejar que los demás
participen de nuestra riqueza, para abrirnos a la gracia de la comunicación.
v. La Política
La República Cristiana cree que el ser ciudadanos nos da derechos y
deberes; y la capacidad de ejercerlos plenamente con conciencia, autonomía y
dirección propia sabiéndonos parte de un conjunto de seres humanos.
El ser buen ciudadano es tener interés en el país, en sus acontecimientos
políticos, sociales y culturales. El ejercicio pleno de la ciudadanía
contribuye a la construcción y fortalecimiento de la sociedad. Por ello, lograr
que los ciudadanos participen políticamente es contribuir a fortalecer la
democracia en una nación.
La RC está consciente que por
criterios retrógrados y erróneos se están bloqueando las posibilidades de
transformación que deben de sobrellevar todos los partidos políticos, para
estar más cerca de los ciudadanos y lograr que las generaciones que irán
remplazando en la dirección política logren sensibilidad, tengan conocimiento
de los asuntos públicos y puedan cargar con esas responsabilidades.
Para esto, se necesita que la entidad partidista sea perenne y perdure; y
por ende no perezca en manos temporales de secretarios individualistas, que
cometen grandes errores por su ansia de poder y por ello, no garantizan su
eficiencia y supervivencia.
La República Cristiana sabe que es responsabilidad en especial de los
partidos políticos el hacer posibles las adecuadas reformas que permitan crear
ciudadanos y futuros gobernantes que puedan crear políticas públicas eficaces y
una conciencia de la honradez y ética que se necesita al tomar un cargo
público. Porque siempre es una mala noticia para la democracia cuando un
partido político desaparece o entra en crisis, a pesar de tener el apoyo
popular, y es víctima de sus propios errores y por esto pierde la total
consideración y confianza de quienes votaron por ellos. Se tiene que trabajar
por partidos políticos de larga vida y que su supervivencia política no sea eso
solamente, supervivencia, sino una constante renovación a sus necesidades
partidistas y de lo que reclama la sociedad.
La acción política de un partido no debe de ignorar sus debilidades, sino
protegerse contra ellas y unir sus energías y voluntades individuales y
colectivas de sus militantes, para así lograr la evolución y modernización que
exigen éstos, para una permanencia sólida de frente al porvenir y crear así una
clase política que dé respuesta adecuada a los múltiples y complejos problemas
que se enfrentan en este milenio.
Descentralizar el trabajo político de una nación es sinónimo de traspasar
competencias y decisiones que deben tomarse y vigilarse, con y junto al
militante de base. Debe de entenderse
por gozar de autonomía en el ámbito regional propio (local, provincial y
regional). Descentralizar es compartir
un proyecto común, pero que se adecúe el partido a la situación de cada
lugar. Dejar que hombres y mujeres se
unan libremente para que estos militantes no sean simples espectadores no
comprometidos y así, con lealtad al proyecto de nación del partido, caminen
hacia la meta, con la misma responsabilidad, lo cual evitará las luchas
internas en las convocatorias electorales, porque las postulaciones serán para
los que más han participado y apoyadas por los militantes de base de sus
comunidades respectivas. Al mismo
tiempo, esta responsabilidad conjunta nos condena o nos salva juntos, lo cual
ayuda a tener conciencia de no caer en corrupción y no infundir la apatía y
decepción de los simpatizantes, así como traición a la misión que su partido
político le ha encomendado.
La República Cristiana entiende que el incluir actividades con proyección
social ayuda a mostrar una nueva forma de hacer política donde, a pesar de no
estar en tiempo de elecciones, se apoya a la comunidad en busca del bien común
con actividades comunitarias no proselitistas permanentes, lo cual nos otorga
satisfacción moral como también electorado fiel. Al involucrar a nuestros líderes en estas
actividades les hacemos conciencia de la importancia de la solidaridad con el
desarrollo integral del ser humano y de las necesidades de su entorno, lo cual
redundará en un trabajo eficiente a la hora de ser electos como candidatos para
sus ofrecimientos y actividades cuando sean elegidos y funjan como
personalidades de gobierno.
Otro punto a tocar es el sistema de financiamiento público, que es temido
por la mayoría de partidos políticos, y es de urgencia para liberarlos de
venderse a los narcotraficantes, crimen organizado y políticos corruptos que se
cobran la inversión robando a través del Estado o compra de voluntades y silencios. Otro motivo es que la clase pudiente otorga
donaciones a los partidos políticos para obtener privilegios tributarios.
La filosofía de la luz, confía en no ser utilizada por algún partido
oportunista que por demagogia la emplee, para engañar a los ciudadanos y
conseguir así su voto. El partido
político que acepte trabajar con el modelo de la República Cristiana tiene que
ser un partido político serio y comprometido con dicha filosofía. Igualmente,
sus candidatos tienen que ser dignos de la República Cristiana. La República
Cristiana necesitará de líderes de espíritu fuerte para que no se dejen dominar por las pasiones,
apetitos y sentimientos bajos que tenderán a debilitar sus virtudes. Además de la creación de escuelas de
formación política para jóvenes.
Confío en que la definición anterior de una República
Cristiana, sea lo más completa posible, y que contribuya a crear nuevas ideas,
nuevas formas de gobernar y de hacer política, comprendo también que el papel
aguanta con todo, que siempre un proceso de cambio conlleva un tiempo
prudencial, y que los resultados pueden ser asombrosos cuando hay ganas de
trabajar, existe unidad y una visión positiva de nación.
Todo cambio social basado en el amor es el camino,
solamente por medio del amor podemos crear una sociedad nueva, ir por la vida
haciendo el bien no es inocencia, estamos obligados a escuchar nuestros
silencios y a perseverar en nuestros sueños, siendo fieles al amor, sin olvidar
que ningún esfuerzo es pequeño, si aspira a mejorar la convivencia de los seres
humanos.
[2] Von Hoegen, Miguel/Palma Danilo. Universidad Rafael
Landívar. Instituto de Investigaciones Económicas Sociales. Los Pobres explican
la Pobreza: El Caso de Guatemala. Serie Económica, Segunda Edición 1999.
[3] Alianzas para la
Reducción de la Pobreza, Experiencias Exitosas en Guatemala. PNUD/BANCO
MUNDIAL.
[5] Alianzas para
la Reducción de la Pobreza, Experiencias Exitosas en Guatemala. PNUD/BANCO
MUNDIAL.
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