🕊 Cuarta Parte
Espíritu Prometido: Presencia, poder y carismas
“Recibirán
el poder del Espíritu Santo, que vendrá sobre ustedes.” — Hechos 1:8
Desde los primeros libros de la Biblia, la
humanidad vivió esperando una promesa: la venida de un Espíritu que renovaría
el corazón del hombre y transformaría la historia.
Esa promesa se cumplió en Pentecostés, cuando el Espíritu Santo
descendió como fuego, como viento, como presencia viva. Pero su acción no
quedó en el pasado. El Espíritu sigue viniendo cada vez que alguien lo invoca
con fe.
Jesús, antes de partir, aseguró a sus
discípulos que no los dejaría solos. Les prometió un Consolador, un Maestro interior, una luz que habitaría en ellos y
los llenaría de poder desde lo alto.
Ese Espíritu es el que hoy sigue guiando a la
Iglesia, animando la oración, sanando corazones y derramando sus carismas:
dones espirituales que no son privilegios, sino instrumentos para servir,
edificar y amar mejor.
En este capítulo recorreremos las promesas
bíblicas de su venida y descubriremos cómo el Espíritu Santo se manifiesta a
través de dones visibles y silenciosos,
poderosos y discretos, que nos ayudan a vivir en comunión con Dios y a ser
luz en el mundo.
Promesas bíblicas sobre el Espíritu Santo
Del Antiguo al Nuevo Testamento: una promesa que se cumple en ti
Espíritu Santo.
El estudio Bíblico sobre el Espíritu Santo es primordial para vivir en la
Luz
En el Antiguo
Testamento
Aunque
el Espíritu Santo aún no se revela plenamente como persona, ya aparece como
fuerza de Dios que actúa, inspira y transforma. Y también como una promesa
futura de derramamiento universal.
“Derramaré mi Espíritu sobre toda carne.”
— Joel 2:28
“Pondré dentro de ustedes un espíritu nuevo.”
— Ezequiel 36:26
“El Espíritu del Señor reposará sobre él: espíritu de sabiduría y
entendimiento.”
— Isaías 11:2
“Mi Espíritu no se apartará de ti.”
— Isaías 59:21
“El Espíritu del Señor me ha ungido.”
— Isaías 61:1 (texto profético que Jesús retomará)
En 1
Corintios 12:4-11 habla sobre la diversidad
de dones espirituales que Dios, a través del Espíritu Santo, otorga a cada
creyente para el bien común de la iglesia. Estos dones, aunque diferentes,
provienen de la misma fuente y son distribuidos por el Espíritu según su
voluntad.
1 Corintios 12:4-11
“Ahora bien, hay
diversos dones, pero un mismo Espíritu. Hay diversas maneras de servir, pero un
mismo Señor. Hay diversas funciones, pero es un mismo Dios el que hace todas
las cosas en todos. A cada uno se le da
una manifestación especial del Espíritu para el bien de los demás. A unos
Dios da por el Espíritu palabra de sabiduría; a otros, por el mismo Espíritu,
palabra de conocimiento; a otros, fe por medio del mismo Espíritu; a otros, y
por ese mismo Espíritu, dones para sanar enfermos; a otros, poderes milagrosos;
a otros, profecía; a otros, el discernir espíritus; a otros, el hablar en
diversas lenguas; y a otros, el interpretar lenguas. Todo esto lo hace un mismo y único Espíritu, quien reparte a cada uno
según él lo determina.”
En el Nuevo
Testamento
Aquí el
Espíritu Santo se revela como persona divina, guía, consuelo y fuerza
interior. Ya no es solo como promesa: es presencia viva.
“Recibirán el poder del Espíritu Santo, que vendrá sobre ustedes.”
— Hechos 1:8
“Yo pediré al Padre y Él les dará otro Consolador.”
— Juan 14:16
“El Espíritu les enseñará todas las cosas.”
— Juan 14:26
“Donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.”
— 2 Corintios 3:17
“El Espíritu viene en ayuda de nuestra debilidad.”
— Romanos 8:26
“El fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia...”
— Gálatas 5:22-23
“El Espíritu da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de
Dios.”
— Romanos 8:16
Promesas de Jesús sobre el Espíritu Santo
El Espíritu Santo como Consolador y defensor
“Y yo rogaré al Padre, y les dará otro Consolador, para que esté con
ustedes para siempre: el Espíritu de verdad.”
— Juan 14:16-17
Jesús promete que no dejará a sus discípulos solos.
El Espíritu Santo será su Presencia viva, compañía constante y guía fiel.
El Espíritu Santo les enseñará y
recordará todo
“Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi
nombre, les enseñará todas las cosas y os recordará todo lo que yo les he
dicho.”
— Juan 14:26
El Espíritu actúa como maestro interior, ayudando a
entender, profundizar y vivir la Palabra de Jesús. Considero que este don hizo
que los apóstoles escribieran el Nuevo Testamento.
El Espíritu dará testimonio de
Jesús
“Pero cuando venga el Consolador, que yo les enviaré del Padre... él
dará testimonio acerca de mí.”
— Juan 15:26
El
Espíritu no viene a hablar de sí mismo, sino a revelar a Cristo en el corazón
del creyente.
El Espíritu guía hacia la verdad
plena
“Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él los guiará a toda la
verdad... y les anunciará las cosas que han de venir.”
— Juan 16:13
Jesús promete que el Espíritu será guía, voz
interior y luz para comprender los tiempos.
Recibirán poder cuando venga el
Espíritu
“Pero recibirán poder cuando haya venido sobre ustedes el Espíritu
Santo, y serán mis testigos... hasta lo último de la tierra.”
— Hechos 1:8
Antes de ascender, Jesús asegura que sus seguidores
recibirán fuerza divina para ser testigos valientes del Evangelio.
Jesús sopla el Espíritu resucitado
“Reciban al Espíritu Santo.”
— Juan 20:22
Luego de resucitar, Jesús da un anticipo del
Pentecostés, soplando sobre ellos el Espíritu como aliento de vida nueva.
La palabra profética otorgada por el Espíritu Santo
Cuando Dios habla a través del alma que se abre a su luz
El
Espíritu Santo no solo consuela, sana o guía: también habla. Y cuando lo
hace, su palabra tiene fuego, claridad y propósito.
La palabra profética no es adivinación ni espectáculo. Es una
comunicación inspirada por Dios, dada a través de una persona que ha
aprendido a escuchar, discernir y hablar en Su nombre, con humildad y
fidelidad.
Una
palabra profética verdadera no manipula ni condena. Ilumina, confirma,
corrige con amor, da dirección y devuelve la esperanza.
¿Qué caracteriza
una palabra profética del Espíritu?
Nace en la oración profunda, no en
la emoción o la vanidad.
Está en armonía con la Palabra de Dios.
Llega con autoridad serena, deja
paz, no temor.
Despierta fe, no control.
Es reconocida por el alma que la escucha, porque resuena en lo más hondo.
Fundamento bíblico
“No despreciéis las profecías; examinadlo todo, retened lo bueno.”
— 1 Tesalonicenses 5:20-21
“Hombres y mujeres profetizarán, y jóvenes tendrán visiones.”
— Joel 2:28 (cumplido en Hechos 2)
“El que profetiza habla a los demás para edificarlos, animarlos y
consolarlos.”
— 1 Corintios 14:3
En la vida
cotidiana
Hoy más
que nunca, el Espíritu sigue susurrando palabras proféticas en lo secreto del
alma. A veces en la oración personal, a veces a través de un hermano, a veces en
una frase que llega con fuerza inesperada.
No
todos son profetas, pero todos pueden estar abiertos a recibir palabra viva del
Espíritu, si lo buscan con fe, con discernimiento y con
humildad.
Todos
pueden recibir los dones y carismas si lo piden al Espíritu Santo, Él les dará
lo que requieren y considera son los mejores dones para su vida, para cumplir
su misión y vocación.
🙏 Oración para recibir palabra profética del Espíritu
Espíritu Santo,
si tienes algo que decirme,
que mi alma esté atenta.
Si tienes algo que decir a otros a través de mí,
que mi boca no tenga miedo.
Habla, Señor, que tu siervo escucha.
Amén
Los dones carismáticos del Espíritu Santo
Manifestaciones visibles de una presencia invisible
El
Espíritu Santo no solo habita en silencio. También se manifiesta con poder,
cuando encuentra corazones disponibles, humildes y llenos de fe.
Estas
manifestaciones especiales son conocidas como dones carismáticos (del
griego charisma, que significa gracia gratuita). No son trofeos
espirituales ni privilegios para unos pocos, sino instrumentos para
edificar, consolar, guiar y fortalecer al pueblo de Dios.
San
Pablo enseña que el Espíritu reparte sus dones como quiere y a quien quiere, no
por mérito, sino por propósito:
“A cada uno se le da una manifestación del Espíritu para el bien común.”
— 1 Corintios 12:7
¿Para qué sirven
los dones carismáticos?
Para edificar a la comunidad de fe
Para revelar el amor y la verdad de Dios
Para confirmar la presencia viva del Espíritu
Para consolar, guiar, fortalecer o advertir
Para despertar fe y conversión en los corazones
Principales dones carismáticos
1. Palabra de sabiduría
Es una
luz interior que permite ver una situación con claridad divina, más allá de lo
lógico. Es sabiduría sobrenatural, dada en el momento justo.
2.
Palabra de ciencia (conocimiento)
Es la
capacidad de saber algo oculto o profundo que solo el Espíritu puede revelar,
no por juicio, sino por sanación o guía.
3.
Discernimiento de espíritus
Es la
capacidad de identificar qué espíritu está actuando: si algo viene de Dios, del
ego, del mundo o del enemigo.
4.
Profecía
Es
hablar en nombre del Espíritu, con un mensaje que edifica, anima y consuela.
No es adivinación, sino comunicación viva y guiada.
5. Don
de lenguas
Es una
oración inspirada en idioma espiritual (glosolalia) o conocida, que eleva el
alma más allá de las palabras humanas.
6.
Interpretación de lenguas
Es la
capacidad de comprender y traducir lo que ha sido dicho en lenguas
espirituales, para edificar a otros.
7. Fe
sobrenatural
Es una
fe extraordinaria, que permite creer con certeza total en momentos clave,
incluso cuando todo lo visible es adverso.
8.
Sanación
Es la
gracia de orar por los enfermos con autoridad espiritual, para que el Señor
actúe si es su voluntad.
9.
Milagros
Es la
intervención sobrenatural de Dios en lo físico, emocional o espiritual, más
allá de lo natural, para mostrar su gloria.
No se exigen: se piden con humildad.
No se compran: se reciben como gracia.
No se usan para sobresalir: se usan para servir.
No se desarrollan con técnica: se fortalecen con oración, obediencia
y discernimiento.
🙏 Oración para abrirse a los dones carismáticos
Espíritu Santo,
si quieres usarme, aquí estoy.
Abro mi corazón a tus dones,
no para mi gloria,
sino para que otros reciban tu amor.
Dame sabiduría, fe, discernimiento,
y sobre todo humildad.
Haz que mi vida sea canal de tu presencia,
y que todo lo que me des,
lo ponga al servicio del Reino de Dios.
Amén
Que las naciones caminen en la luz del Espíritu Santo
Sin el Espíritu, los pueblos se apagan. Con Él, resplandecen.
El
Espíritu Santo no es solo guía del alma individual. Es también luz para los
pueblos, inspiración para los gobernantes, fuerza para los débiles y consuelo
para las naciones heridas.
En un
mundo marcado por la confusión moral, el materialismo sin alma y la violencia
disfrazada de progreso, solo el Espíritu de Dios puede restaurar la
conciencia colectiva, elevar el corazón de los pueblos y devolverle al ser
humano su dignidad sagrada.
Los
sistemas económicos, las leyes humanas y los pactos internacionales no bastan
para construir la paz si el alma de las naciones está dormida o corrompida.
Un
pueblo sin Espíritu camina a ciegas, aunque tenga ciencia y tecnología. Una
nación guiada por el Espíritu Santo puede levantarse desde las cenizas y ser faro
de esperanza para el mundo.
¿Qué trae el
Espíritu a una nación?
Sabiduría para gobernar con justicia
Conciencia social para cuidar al débil
Compasión en lugar de venganza
Unidad en medio de la diversidad
Verdad que no cambia según intereses
Paz que viene de tratados y del alma transformada
Por eso, este tiempo es un tiempo de invocación global.
Necesitamos que las naciones se abran al Espíritu.
Que los pueblos eleven su mirada.
Que la humanidad vuelva a respirar en Dios.
🙏 Oración por las naciones del mundo
Espíritu Santo,
sopla sobre los pueblos de la tierra.
Entra en las naciones que han olvidado la luz.
Ilumina a los gobernantes con tu sabiduría,
despierta la conciencia dormida de las sociedades,
y sana la historia de los pueblos heridos.
Donde haya guerra, trae paz.
Donde haya injusticia, enciende verdad.
Donde haya pobreza, despierta compasión.
Visita cada país, cada lengua, cada cultura.
Que ningún pueblo quede sin tu presencia.
Te pedimos por las naciones divididas,
por las que sufren hambre,
por las que persiguen la fe,
por las que se han endurecido en el poder.
Espíritu de Dios,
que la humanidad entera vuelva a caminar en tu luz.
Haz que esta generación sea la que se levante en tu nombre,
no sea guiada por la oscuridad del mundo,
sino por tu verdad eterna.
Ven, Espíritu Santo,
y renueva la faz de la tierra.
Amén
Nota de la autora
Mi
nombre es Vera Bolaños, escritora guatemalteca y autora de la Filosofía
de la Luz, una propuesta espiritual que busca llevar al ser humano a la
trascendencia interior, al despertar de la conciencia y a una vida guiada por
valores luminosos como la verdad, la compasión y la justicia.
La Filosofía
de la Luz enseña que la conexión con el Espíritu Santo es esencial
para caminar en claridad, superar la oscuridad interior y descubrir el
propósito profundo de la existencia.
Este libro ha sido escrito desde esa convicción: que sólo la luz del
Espíritu puede transformar verdaderamente la mente, sanar el corazón y orientar
el alma.
Espero
que cada oración y cada ejercicio aquí compartido, sirvan como puentes hacia esa presencia viva
del Espíritu Santo, que siempre está, que siempre escucha, y que siempre
responde cuando se le invoca con fe.
Con respeto y esperanza,
Vera Bolaños
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