lunes, 27 de abril de 2015

El término moral, como filosofía en la administración pública


Según el diccionario moralidad significa: “ético, honesto, decoroso, honrado, decente, íntegro, recto, puro. O bien, actuar con moralidad, ética, deontología, honestidad, honradez y justicia. Entre sus antónimos están: inmoral, amoral, deshonesto. O bien actuar con: inmoralidad, injusticia, deshonestidad.”[1]

Dentro de la filosofía griega, existen corrientes como la del filósofo Platón, un filósofo moralista que promulgó los valores como la ética y la honestidad. En los diálogos de Platón se encuentran un sinfín de pronunciamientos alegóricos sobre el tema. Así también, de manera directa, vemos en las famosas ilustraciones de los filósofos griegos reuniones en la Academia, en donde se utilizaba la oratoria y la retórica de manera talentosa y sublime, llevando a la palabra “verdad”, “moral” y “honestidad” a lugares preponderantes para que el gobernante, o cualquier oyente, tomara en cuenta la relevancia de su significado.

Pintura de Rafael Sanzio, Museos Vaticanos, Roma

En la actualidad mencionar la palabra moral, significa muchas veces una palabra que solo debe escucharse en un templo religioso, algo que ha llevado al ser humano a retirar los valores de la vida pública y privada, solo desean escuchar la “palabrita” viniendo de un religioso que la pronuncie como un mandamiento que viene de Dios. Así, la moral solo se involucra con las decisiones de pareja o sobre las relaciones sexuales, se es amoral cuando se comete adulterio o bien cuando se viste de manera deshonesta.

Esta perspectiva de los valores, y del término “moral”, nos lleva a volver a buscarla en la filosofía griega y en otros filósofos moralistas. Tristemente, la palabra moral y los valores están alejados del Estado, los gobernantes protagonizan escándalos de corrupción, la impunidad campea y todo sigue igual, no existen cambios positivos en las estructuras de las organizaciones públicas y privadas. Hemos llegado como en Guatemala, a que la administración pública y privada se unan para defraudar al pueblo, para evadir impuestos y robarlos de común acuerdo.

La palabra moral tiene que formar parte de una filosofía de vida, de un ejercicio administrativo, de una acción comunitaria. La palabra moral tiene que marcarse en la mente de los ciudadanos para que actúen de manera solidaria, con conciencia, con respeto a los bienes del pueblo, con amor hacia el más necesitado, con alegría de servir para mejorar como nación, como Estado.

Actuar con moralidad, entonces, es actuar en todo ámbito, con ética, honestidad, honradez y justicia. Que nuestra filosofía de vida incluya el término “moral” para que tengamos “tod@s”, una vida digna.

“La virtud consiste en satisfacer aquellos nuestros deseos, que, satisfechos, hacen al hombre mejor”[2]
Mosaico la Academia de Platón

[1] http://www.wordreference.com/sinonimos/moral
[2] Diálogo entre Sócrates y Callicles, en Diálogos de Platón. Pág. 216. Colección Pensamiento. Editorial Jurídica Salvadoreña. 2006