lunes, 2 de marzo de 2015

La óptica positiva, una filosofía de vida


Una visión positiva de la vida, de los sucesos que acontecen a nuestro alrededor y de nuestros pensamientos, no nos aleja de la realidad. Una óptica positiva nos ayuda a interpretar mejor el mundo, logra que la filosofía contribuya a que comprendamos al ser humano y aspectos negativos de nuestro interior para evolucionar y mejorar como personas. Este entendimiento nos hace ser más comprensivos y la buena disposición de nuestro ser hacia su exterior e interior nos hace sentirnos mejor, más relajados.

Ser positivos, no es construir sucesos surrealistas o irrealizables, es simplemente poseer una filosofía sabia de la vida, al recordar la frase famosa de Descartes “pienso luego existo” se puede analizar la expresión desde muchas formas de pensamiento. Si pienso mal, o bien y luego existo, mi presencia, mi existir en la participación de mis acciones, en los sucesos que me rodean dependen entonces, de mi pensamiento.

Notando la responsabilidad de la situación y la postura de mi pensamiento, puedo tener por ejemplo, ideas fundamentalistas y manejar las situaciones con opiniones llenas de prejuicios, sin embargo, si mi pensamiento es positivo me lleva a la comprensión del otro, a un entendimiento forzado o no, que se convertirá paulatinamente en un hábito, de ahí que nuestra plasticidad cerebral puede transformarnos a ser cada día más positivos, más sueltos, más libres, tolerantes y amigables desde la reflexión de nuestro pensamiento.

Aquí se puede mencionar la teoría de las ideas de Platón: la idea del ser inmaterial o inteligible y que es ajena al cambio, que representa al verdadero ser y la otra idea, de la realidad, la sensible, del ser material sometido al cambio, la de las realidades materiales. Con respecto a estas dos ideas platónicas, la óptica positiva, lograría que el ser inmaterial o intangible pueda cambiar, no es inmutable, y puede así, lograr cambios en las realidades materiales.


Una óptica positiva es una filosofía de vida, un conocimiento teórico y práctico, una posición accesible y anuente hacia la vida. La filosofía tiene sentido cuando nos otorga sabiduría y nos hace encontrarnos y ser felices con nosotros mismos para así transmitir ese hábito a los demás.